jueves, 29 de agosto de 2013

El Camino de Santiago... ¡una experiencia recomendable!

Más de dos meses de sequía bloguera es mucho tiempo y por ello lo primero que creo que debo hacer es pediros disculpas por mi ausencia y, sobre todo, agradeceros también que no me hayáis abandonado y  sigáis por aquí. No creáis que mi silencio internauta se ha debido a que he estado de vacaciones desde mi última publicación, ¡ya me hubiera gustado!, sino a que antes de poder disfrutar de ellas estuve muy liada en el trabajo (como ya me ha pasado en otras ocasiones). De hecho durante mi primera semana "libre" seguí terminando algunas cosillas que se habían quedado pendientes y después, cuando por fin tuve todo más o menos encauzado, aproveché para irme unos días a "descansar". Ahora que ya estoy de vuelta... vengo a daros varios motivos por los que recomendaría hacer el Camino de Santiago, que es la experiencia que yo quise tener este verano. ¡Os cuento!
  • Primero, porque hacer el camino a mí me ha servido para salir por completo de la rutina, han sido unas vacaciones totalmente distintas a las que había disfrutado hasta el momento. Personalmente me gusta más un turismo activo que estar tirada en la toalla quemándome al sol en cualquier playa pero tener la obligación de andar una media de 20km diarios, durante tantos días seguidos, era un reto a superar y tenía muchas ganas de intentarlo.
  • Segundo, porque a pesar de que los días pueden ser duros, algunos muy duros, la gente que encuentras por el camino te acaba haciendo las jornadas mucho más llevaderas. En mi caso no puedo dejar de mencionar, además de a mi buena amiga Marta a la que conocí en la universidad mientras estudiaba magisterio y con la que he tenido el privilegio de compartir fatigas y alegrías, a ese trío de Almenara (Castellón) con los que tan bien conectamos, a las colegas de Madrid, las profes gaditanas, los salvadores catalanes residentes en Francia y el grupo de los sevillanos. ¡Un placer enorme haberlos podido conocer a todos ellos!
  • Tercero, porque he visto que con muy poco se puede ser muy feliz y que ante las dificultades la lucha y el esfuerzo al final dan resultados y nos permiten conseguir objetivos. Somos más fuertes de lo que nos creemos, sólo necesitamos ponernos a prueba de vez en cuando y, por ejemplo, una ampolla guerrera, que te sale no por andar sino por correr en chancletas una tarde-noche para llegar a tiempo al albergue, te lo puede demostrar. De la misma forma que esa misma ampolla te permite ver la solidaridad de la gente que te ofrece lo poco que tiene para que puedas curarte cuando ellos tienen sus pies igual o peor.
  • Cuarto, porque la buena gastronomía gallega sabe mucho mejor cuando se degusta después de una larga caminata. No hay mayor placer que sentarte al finalizar la etapa o por la tarde, en buena compañía, a tomar un refresco, una cervecita o vino de la tierra, con alguna ración de pulpo, mejillones, empanada o unos pimientitos de Padrón (de esos que unos pican y otros no), entre otras muchas delicias.
  • Quinto, porque el camino no deja de tener un sentido religioso y nunca está de más poder visitar la tumba del apóstol, dar un abrazo a su figura y pedirle algo (a mí me gusta solicitar salud). Sin olvidar, por supuesto, el espectáculo que supone ver funcionar el botafumeiro después de haber oído misa. ¡Ah! Además cuentan que cuando consigues la Compostela tu paso por el purgatorio será menor... ¡Yo ya la tengo, jejejeje!
  • Sexto, porque llegar a la plaza del Obradoiro y poder deleitarte con aquella maravilla de fachada mientras la mente te dice "se acabó, prueba superada, ahora toca disfrutar, cuidarse bien las ampollas y recuperarse" no tiene precio. Aunque la verdad es que a mi llegada le faltó algo de emoción, a mí me hubiera gustado entrar más cansada y, quizá, haberme encontrado aquello de frente y no mientras vas por el lateral. Aún así me encantó y me habría quedado allí tirada en el suelo durante horas admirando tanta belleza. ¡Qué gozada!
Y, bueno, supongo que hay tantos motivos como peregrinos porque cada uno sabe bien lo que busca cuando decide probar suerte. Yo con esta entrada sólo quiero animaros a aquellos que no lo hayáis hecho todavía porque merece la pena y no hace falta estar tan en forma como algunos podáis pensar. Además voy a aprovechar para dejaros alguna recomendación básica:

En la mochila, no hace falta que metáis media casa, yo tuve suficiente con los bastones, el saco de dormir, 1 toalla, 1 forro polar (porque soy muy friolera), 1 chubasquero, 3 camisetas técnicas que secan rápido (una era de manga larga), 3 pantalones (uno de ellos largo desmontable), 3 bragas, 4 calcetines, bikini, gorra, las deportivas para andar, unas chancletas para la ducha y andar con ellas por la tarde, protector solar, 1 champú (que puedes usar para todo), pasta y cepillo de dientes, peine, gafas de sol, linterna, kit de reparación de pies (lo que uses), alguna pinza de la ropa e imperdibles, móvil y cámara de fotos si la de éste no es muy buena (era mi caso), documentación y dinero. No olvidéis que cuantas más cosas se meten mayor es el peso que luego hay que cargar.
Para dormir si no os importa gastar algo más yo recomendaría albergues privados, además de poder disfrutar con habitaciones más pequeñas y mejores baños, no tendréis que estar dentro a las 22h y podréis quedaros algo más de tiempo conociendo la vida de la localidad en la que estéis. Eso sí, también puede estar bien tener la otra experiencia algún día. Os dejo por aquí mis alojamientos:
  • Albergue Villa San Clemente (Tui). Lo llevábamos reservado porque no queríamos quedarnos sin cama el primer día. De él casi diría que fue el mejor que tuvimos. Nos atendieron muy bien, todo estaba bastante limpio y era un sitio tranquilo en el cual pudimos descansar sin problema y coger fuerzas para lo que vendría después. Sin duda alojarnos allí seguro que fue mucho mejor que haber pasado la noche en un tren-cama y haber tenido que echar a andar nada más llegar. Además eso nos permitió hacer el trayecto entre Valença do Minho-Tui paseando la tarde que llegamos. 
  • Albergue El Camino (Redondela). Un albergue en el que tuvimos una habitación para los cinco que íbamos. La única pega es que ésta estaba al lado de la cocina y cuando la gente empezó a venir por la mañana a desayunar resultó un poco molesto.
  • Albergue O Cruceiro (Caldas de Reis). También estuvo muy bien, era una habitación para seis pero la cama que sobraba no llegó a ocuparse. Aquí el baño no era compartido y lo teníamos para nosotros solos ya que en realidad es también hotel.
  • En Santiago cancelamos la reserva que teníamos, no recuerdo el nombre del albergue, y acabamos alojándonos en casa de una mujer que ofrecía cama a los peregrinos. Tampoco puedo deciros el nombre ni la calle del sitio porque no llegué a enterarme, sólo sé que resultaba céntrico, se veía limpio y allí nos quedamos.
En el resto de días estuvimos en albergues públicos y sí que debo avisaros de que en el de Teo nos tocó dormir en la calle a pesar de que se suponía que teníamos prioridad frente al grupo de unas 12 personas que llegó con coche de apoyo que les llevaba las mochilas, cacerolas, mesas de camping, etc., y que invadió aquello. Sin duda fue un día diferente.
En fin... y dicho todo esto, y ya casi sometida de nuevo a la rutina, espero poder contaros alguna receta muy pronto. Hasta entonces, como alguien dijo...
¡Buen camino de la vida para todos!

3 comentarios:

  1. María que bonito!! No he hecho el camino pero he estado dos veces en Santiago y creo que no serán las únicas, sin ir más lejos como ya sabes este verano. Santiago y Galicia tienen algo que me cautivan, sin duda uno de los mejores sitios en los que he estado.

    Eres una valiente!!! Mil besos

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    1. Myriam no soy tan valiente... de haberlo sido me habría animado antes a hacer el camino, jejeje.
      No me extraña que esa tierra te cautive, para mí fue la primera vez que estaba por allí y también me ha encantado ¡en cuanto pueda volveré que hay muchas cosas que quiero ver con algo más de calma!
      Besos también para ti y a ver si me doy una vueltecita un día de estos por tu blog que te tengo el rastro un poco perdido. ;)

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  2. Nunca he hecho el camino pero si conozco Galicia, Santiago y alrededores ..que como dice tu amiga cautivan.. si Dios quiere en Octubre iré por Galicia ... Una bonita experiencia ... hay mucho que ver... y claro que eres valiente no todo el mundo se decide jiji (Gema Buitrago )

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